miércoles, 28 de noviembre de 2007

Momentos emotivos con mi compañera de oficina

Tipo 3 y pico, como para romper el silencio de la tarde...

Yoh: Le dije a mi hijita, “del uno al diez, ¿Cuánto me querés?”, y ella me dijo “300 mami!”.

Yo: Pobre, es analfabeta.


Y sí

Soy así.

miércoles, 21 de noviembre de 2007

Decía el Jefe...

Ningún hombre puede ser llamado educado, si no tiene una buena voluntad, un deseo y una capacidad entrenada para hacer su parte en el trabajo del mundo.

Lord Baden-Powell de Gilwell

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(¿miraste tu ombligo hoy?)


miércoles, 7 de noviembre de 2007

Sin ningún fundamento científico digo...

El lector de Blogs -a diferencia de su primo bobo, el Fotolog, como alguien dijo por ahí-, por lo general, disfruta de la lectura.

No obstante eso, si ve una entrada “media larga”… le da así como “fiaquita”.

(Me pasa también, pero una vez que empiezo a leer no puedo parar)
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martes, 6 de noviembre de 2007

Cosas que pasan los lunes... o los martes

Vengo con la semana cambiada.

Ayer viví pensando que era martes. Claro; era lunes, pero yo me había adelantado.
El lunes tenía que ir a buscar una nota, y el martes hacer huevo. Me acordé de casualidad de ir a ver a la profesora el lunes que mi cabeza creyó martes. Me saqué un 9. Eso es bueno. Promocioné.
Hoy me despierto con ánimo de miércoles (que no es malo, solo se siente como de miércoles). Y es perfectamente lógico, si ayer fue martes... aunque era lunes.
Estos desfasajes suelen durar un día. La cabeza una vez que toca la almohada nuevamente se acomoda. Es como un atídoto que se genera por la reacción entre el cuero cabelludo y las fibras de algodón. Un suero que intercede en la sinapsis de las neuronas.
Pero mis neuronas no se dejan medicar, parece. Y yo aun creo que hoy es miércoles. Y voy a hacer huevo, porque este martes no tengo Profesorado. Y este miércoles tampoco tengo, así que en eso da igual si me equivocó de día. Claro que en vez de huevo podría ponerme a lijar la pared de la cocina para empezar a cambiarle la cara a la casa. O lavar el auto, que ya no sé si tiene tierra de Colón, Entre Ríos; o de Colón, de la Santa María. Y hablando de tierra… tendría que bañar a los perros.
Bueno, si hablamos de "tendrías"…. Tendría que ponerme a leer para el “parcial combinado” de Geografía Política, Geografía Ambiental y Organización Económica del Espacio que se le ocurrió hacer al profesor que da las tres materias y que no da nada sobre ninguna de las tres desde hace meses. No tengo problema en estudiar de los libros, por mucho que me queje, realmente me gusta estudiar, me gusta tener conocimientos. El problema no es estudiar, el problema es tener que perder el tiempo asistiendo a una clase que no da clases.
-El problema no es el daño… el problema es hablar como Arjona-
El parcial es el viernes, o sea que espero para el jueves haberme acomodado en el tiempo… si no estoy rindiendo el parcial del viernes.
Será cuestión de volver a poner la cabeza en la almohada a ver si se acomoda algo.

El domingo nos juntamos con mis compañeros del Profesorado a comer un asado en casa (la cual seguramente no tendrá la cocina lijada, ni el auto lavado, ni los perros bañados).
Un asado con cervecita y buena compañía para reír y filosofar toda la tarde es más fuerte que cualquier almohada.
El domingo seguro va a ser domingo.

Y si uno pasó un buen domingo, no molesta que el lunes se crea martes.

viernes, 2 de noviembre de 2007

Patear el "IM"

A veces me canso.

A veces me duele cansarme.

Vivir puede ser cansador. Y más aun cuando uno pretende vivir como uno quiere, desea, siente. Vivir.

Si me lo pongo a pensar, entre algunas heridas del pasado, estos solo son raspones en las rodillas.

Si me lo pongo a pensar... cuantos imposibles ya logré; y solo por no descreer de la posibilidad. Solo por no dejar de creer.

Si al correr tras un sueño uno se deja caer, solo descubrirá que al levantarse el sueño aun no ha sido alcanzado. Y hasta puede haberse alejado más... porque... ¿Cuántos sueños dejarán de correr solo porque nosotros detenemos la marcha?

Y lo que cuesta alcanzar a los sueños.
Supongo que eso es parte de que sean tan gloriosos.
Supongo que vale la pena el cansancio que deja el vivir y sentirse vivo al mismo tiempo.

Cansado. Golpeado. Sigo.
Porque no creo que sea parte de mí parar.
Porque ese código de valores que rige mi vida se levanta como un dragón y me marca a fuego el camino. Porque creo en perseverar.
Creo en lograr los posibles y los increíbles.

Porque creo.
Y creen en mí.
Los que me siguen con la rara idea de verme como ejemplo.
Los que me siguen para asistirme en el paso.
Los que son camino también.
Como esa Cachorra Leona, que ronda feroz el espacio de mi espacio y deja marcas en mi espalda en cada aliento de sus garras.
Como mi hermano, que en su andar de minotauro me asegura una amable pero certera reprimenda si llego a poner frente a su mirada mi imagen decaída.
Como si pudiera escaparle al ritual de hacer camino con la seguridad de siempre tener un vigor extra en el café con leche y los hombros de mi primer caballero.

Y también seguir por los que –siempre hay- esperan regocijarse en la caída.
A pesar de que no solo la vida les sirva esos platos que siempre se encuentran fríos.

Los sueños son razones. Los ideales son sendas. Los valores son el espíritu de cada alma.
Yo tengo un sueño que abraza un ideal imposible: un mundo mejor.
Creer en la nobleza no es una causa pérdida, es alimento para el espíritu.

A veces soy un león cansado.

Pero persigo un sueño. Un ideal.

Alimento del espíritu.

Y mientras así sea, el león sigue siendo león.



"Si el presente es de lucha, el futuro es nuestro"

Ernesto Che Guevara