viernes, 27 de junio de 2008

Momentos emotivos con mi compañera de oficina 13

En una semana no muy productiva para el Blog, me escudo en el pedido de las masas (los 20 o 30 que pasan por acá a ahogar sus penas); y les dejó algo de Yoh para el finde...

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No sé qué demonios tenía de raro en mi ropa pero…



Yoh: Aaaahhhh, hoy estás vestido tierno (sic)

Yo (sonriendo sarcásticamente): Yo soy tierno

Yoh: Noooo, vos sos una porquería...


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Le faltaba tinta a la impresora…



Yo: De los cartuchos de colores, ¿Cuál te falta?, fijate.

Yoh:
El "Cian"

Yo (totalmente desconcertado, lo admito):
… er… no sé cual es…

Yoh:
¿Cómo no sabés cuál es?

Yo:
Soy, hombre, Yoh. Solo conozco 16 colores. A partir de allí todo es “clarito”, “oscuro”, “más clarito”, "parecido al estiércol", …

Yoh: Esperá… (revisa otra vez la impresora) me parece que es el magenta el que falta… (la hice dudar, jha!)

Yo:
¿¡”Magenta”!? ¿¡¿Y eso?!?

Yoh:
… sí… ¡Sí, el cartucho de tinta magenta!

Yo (ya exasperado):
¡¿¡¿¿CELESTE, ROJO O AMARILLO?!?!?!

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Lo nuestro no es la comunicación…



Yoh (me venía hablando de no se qué cosas porque no le estaba prestando atención): Blablablablablablablabla…, (se da cuenta)
¿Me éstas escuchando?

Yo: Te estaba Oyendo, no escuchando… Hoy quiero cuidar mi salud así que elegí no escucharte.

Y un rato después….

Yoh: Blalalablablablabla….¿sabías?

Yo(otra vez sin escucharla para nada) (ni siquiera quité la vista del monitor de hecho) :
¡Pero que cosas taaaan poco interesantes tenés hoy para contar!



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Y sí…


Soy una porquería...

(y no tan tierna)

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martes, 24 de junio de 2008

¿Algo peor...

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... que el ceño fruncido de un león enojado?
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La sonrisa de un león enojado, tal vez.
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lunes, 23 de junio de 2008

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Para mi Jefe “la empresa” (la suya, CLARO) es lo más importante.

Él quiere que todo el mundo deje cualquier cosa que tenga que hacer por el trabajo.
NO soporta que la gente falte. O se vaya.

O se enferme.
O estudie.


Eso lo enoja. Lo enerva. Lo saca.

Pero a mí no me dice nada.
Porque siempre discuto.
Siempre peleo.
Y peleo, mal.
Porque me enoja. Me enerva. Me saca.


Hoy llegué tarde al trabajo porque se me rebeló el Taunus.
Y no me dijo nada.
Una vez más no se animó.


Poooooobre
En un rato me voy de nuevo, ya sabe.
Tengo examen. Me tomo el día.
Y no me va a decir nada.
Aunque le reviente.

Sabe que nunca podría considerar a SU empresa más importante que MI carrera.

Y eso lo enoja aun mucho más. Mucho más.

Pero no tanto como para animarlo a discutir con el león.





(Mañana respondo comentarios y doy señales de vida)
(Hoy: Problemas de límites, Cuencas petrolíferas, Patagonia y Cuyo)

jueves, 19 de junio de 2008

Momentos emotivos con mi compañera de oficina 12

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Sonaba un tema de Shakira y Yoh se pone a bailar…



Yoh (cayendo en cuenta de que es una oficina lo que la rodea): Tengo problemitas, ¿no?

Yo (casi sin prestarle atención): Tenés menos quiebre de cadera que la Mole de los cuatro fantásticos....

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A problemas existenciales, soluciones simples…



Burguesito B: Tenemos un problema en casa: a mi hijo no lo miran las chicas.

Yoh: ¿Cómo que no lo miran?

Burguesito B: Claro: No lo miran. A él le gustan las chicas, pero ellas ni bolilla le dan…

Yoh: jajaja, poooobreeee….

Burguesito B (exagerando): ¡Pobre mi hijo! ¡Las chicas no lo miran, ¿Qué puedo hacer?!

Yo (de espaldas, sin quitar la vista de la PC):
No sé... ponele ropa fluorescente…

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La opinión de una madre…


Yoh: ¿Así que la conociste a mi mamá el otro día?

Yo (con poca onda): Ajha… ¿Y?

Yoh: Nada, que mi mamá dice que sos simpático. Yo le digo que también sos medio pelotudo.


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Y sí...


las dos cosas son ciertas...

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martes, 17 de junio de 2008

Huella

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No hay palabras que describan el impacto.

La cama hecha un desastre y su cuerpo inmóvil sobre ella.

Enredado entre las sábanas. Al calor de la frazada.

Y silencio.
Silencio en toda la habitación.

Husmeando, un poco y otro poco despertándose de una siesta al sol de la terraza, el perro camina hacia el interior del cuarto.
Atraviesa el umbral de la puerta. Rodea la cama hasta llegar a la cabecera. Hasta la almohada que sabe acariciar la cabeza del hombre.

Pero nada. No está allí.
En tanto el abrazo de Morfeo abandona al hombre, el hombre abandona la cama. Al menos hoy.
Silencio en toda la habitación.

Aun somnoliento, el olfato canino puede ganarse a si mismo:
Hay algo sobre la cama.
Inmóvil. Enredado entre las sábanas. Al calor de la frazada.

Con sigilo y premura, el perro se levanta sobre sus patas traseras
Ahí lo ve: Un cuerpo tendido, estático, detenido. Y no es el hombre.

Acerca su hocico y entrecierra los ojos. Mueve un poco la ropa de cama para descubrir la silueta que allí se esconde.

No hay respuesta.

Insiste el perro su acometida contra las telas.
A medida que los segundos avanzan, se desvanece la moderación.
El frenesí que suscita en el perro ese cuerpo exánime toma el control a grandes rasgos.

Silencio en la habitación.
Solo interrumpido por el creciente zarandeo de las telas.

Se acabó. La misma ansiedad toma el lienzo blanco entre los dientes y tira de él.
Las sábanas descubren violentamente la silueta oculta.

No hay palabras que describan el impacto.

El gato abre sus ojos a media luz y vuelve a la vida.
Sus pupilas se acomodan rápidamente. Su cuerpo aun tambalea por la sacudida.

Dos o tres eternidades se pierden en menos de un segundo.
Así parece cuando ante el felino se encuentra el aliento que escapa de la mandíbula del perro. Parece un saludo criminal. Entre el éxtasis y la certeza.

Se observan, fijamente.
El perro preso de un temerario estado de excitación.
El gato lo sabe, pero apenas reacciona.

Pero apenas es más que nada; y hace el primer movimiento.

Se levanta pesadamente y se acerca zigzagueando hacia el can.
El tiempo se detiene a un instante de distancia del altercado de los cuerpos.

Un segundo después ya no hay impacto alguno.

El gato enciende su motor del alma y se refriega una y otra vez contra el hocico del perro.
El perro responde con caricias indecisas entre tiernas y toscas.

Es un rito que repiten una y otra vez desde hace años. Desde que el tiempo los sabía cachorros y la vida los hizo hermanos.

El hombre entra a la habitación con cuidado, no tanto por no romper el silencio; sino por no romper absolutamente nada.
Y sonríe mientras contiene sus ganas de entrar al juego.




Y, allá afuera, el mundo anda como anda porque no entiende nada de nada…
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(para mi Antonio Banderas y mi Bagheera que los amo)
(mi perro y mi gato, obvio)
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miércoles, 11 de junio de 2008

Si hoy preguntan por mí...

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(Ignoro si el calendario sabe hacer trampa)


Desde donde estoy parado el tiempo no se ha detenido.
Y, sin embargo, aun no castiga con su paso.

Tal vez algo ha fallado
Porque aun viven en mí muchos sueños de la infancia
La fantasía convive con proyectos y metas, siendo alimento, motor y derroche.
Tal vez algo ha fallado, pero sabe a victoria.

Todavía no me duelen los huesos solo por vivir.
Pero de tanto en tanto los músculos me recuerdan que ya cargo años en mi espalda.
No creo que me queje, solo es una prueba más de que estoy vivo.

Prefiero los bares a las discos.
Las mesas de bar a las barras.
Las buenas charlas al alborozo y el alcohol.
Pero de tanto en tanto me pierdo en discos y bares sin dejar de ser yo.

Las señales nunca fueron claras conmigo:
Aun hoy necesito que mi sangre se sacuda con un “Walk this way”.
Hace años que concibo una zamba bajo un árbol como algo parecido a la serenidad misma.
Empieza el show y soy uno más en el calor del campo, entre sudores, moretones y empujones;
y soy el mismo sentado en la platea, con la mirada perdida y los oídos puestos en el escenario.
Entre las tribus, sigo siendo “del palo”. Pero eso está lejos de ser una definición en si misma. ¿Cuándo el jazz hace su hechizo sigo siendo ese?
Y pasan los años y se suman canciones y “rockitos”.

Y zambas.

Hoy me desperté y miré mi colchón, solo para comprobar si me había encontrado la mañana un poco más a la derecha de la vida.
Pero es como todo: Depende si uno está boca arriba o boca abajo.
Por lo pronto parece que todavía puedo ser un poco Guevara en esencia. Aunque me afeite de tanto en tanto.
Eso también aun sabe a victoria.

Tengo más marcas que amigos.
Y me he ganado ambos.
Una mezcla de voluntad y azar.
La búsqueda del honor y de uno mismo deja marcas.
Profundas, necesarias.
Los amigos son los que quedan.
Los que no se pierden en ese camino que uno recorre.
Los que valen la pena. Porque saben sobrevivir a mis marcas.

Si el cliché en algo es cierto, me estoy poniendo cada vez más insufrible.
Ácido e inoportuno -o demasiado oportuno- para mis enunciados. Certero y meticuloso en mis palabras.
Obsesivo con la ilustración, con el conocimiento por el conocimiento mismo, resulto no más que un sabio a medias. Y parece que eso alcanza para ser pedante.
Sereno en las ofuscaciones. Seguro en los pasos. Jodido en el andar.
Y pasan los años y todavía siento que aun puedo ser peor, porque aun me quedan fuerzas para más.

Todavía creo que el mundo tiene una oportunidad. En más, creo que debe tenerla.
No así algunas personas…
Pero sí el mundo.

Pienso en los imprescindibles de Brecht.
En el Hermano Gris de Kipling.
En un elefante de Bornemann.
En el zorro de Exupery.
En Athos de Dumas.
En el caballero de Cervantes.

Borges, Walsh, Allende, Shakespeare, Hobswam, García Lorca, Tolkien, Birmajer y Nietzche se me enredan con Gandhi, Guevara, Tupac Amarú, San Martín, Juana de Arco, Alberdi, Sucre, Luther King, Moreno, Einstein, Bolivar, Lutero y hasta el mismo Jesús.

Tantos nombres e historias son un testimonio evidente de varios inviernos y primaveras.

Aun son más: Es la certeza de todo lo que nos falta por aprender.
Solo la Educación podrá ponerle otra melodía a éste mundo.

Tal vez algo haya fallado, pero aun hoy esos nombres me saben a victoria.
Y eso es un camino todavía jóven.


Así llegué hasta hoy.
En un pacto confuso con mis días.
Días oscuros, de esos que invitan a tomar unos mates en el infierno.
Días largos de no abandonar luchas y sueños.
De soportar hasta con la última de mis fibras esa carrera tan difícil que juega la injusticia y el dolor.
Días de luz en pequeños gestos. De fulgor resplandeciente en las grandes acciones. De ardiente llamaradas en cada exhalación invertida en un mejor mañana.
Y días de orgullo, cuando, de tanto en tanto, los gestos, acciones y exhalaciones son dignas de mí.

Mañanas de aire puro y naturaleza, donde el instinto es básico y noble.
Tardes de pasión y conflicto, como si cada minuto necesitara una gambeta, un lujo, una fantasia.
Noches para perderse y caminar, aunque más no sea "de prestado" por la vereda de los ángeles.



Así llegue hasta hoy.
Soy un poco de todo lo que siempre quise ser, lo que me tocó pasar y lo que elegí vivir.

Espero poder llegar a mañana siendo el luchador del cual me jacto, el caballero que pretendo y el hombre íntegro que debo.

Tal vez algo ha fallado.
Porque pasan los años y todavía quiero ser un tipo muy parecido a ese que soñaba ser cuando era niño.


Sigo por ese camino, entonces.

viernes, 6 de junio de 2008

Primate

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"Los cobardes mueren muchas veces antes de su verdadera muerte;
los valientes prueban la muerte sólo una vez."
William Shakespeare

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Hoy no sé si escribe el dolor o la bronca.
La bronca que surge del dolor es aun más poderosa.

Lo único que sé es que no sé ser de otra forma.
No sé hacer que nada pasa.
No sé dejar atrás como si nada.
Nunca fui piadoso con la injusticia.
No puedo ser tolerante cuando es conmigo.
No solo porque quiero. No puedo.
Y no quiero poder.

En estas cosas soy “un mono chapado a la antigua”.
Y se acabó el silencio que mentía tregua cuando la guerra no explotó.
Creo que me saturé. Mal. Con furia.
Por tu impune andar viciando aires compartidos.
Por tu cobardía.
Por tu mentira, porque no sabés nada de honor.
Y ni siquiera en el deshonor tomás un duelo de caballeros.


Pero soy un mono chapado a la antigua,
vas a tener que responder.
Porque el silencio no es mi idioma.
Cara a cara quiero que escupas tu cobardía.
Y sino, escupí la basura que sea que tengas adentro.
Así puedo explotar, pero hacia afuera.

Evidentemente no se puede arreglar como caballeros.
Espero que al menos podamos arreglarlo como hombres.


Por tu bien espero.


Porque yo voy a poder.

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miércoles, 4 de junio de 2008

Los animales nos enseñan como ser personas

Un león nunca usa su fuerza para humillar a otro.
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Los osos no discriminan cuando sus jóvenes son hembras.

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La única diferencia entre panteras y leopardos es el color.

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Cuando un delfín encuentra a otro herido, lo ayuda a mantenerse a flote.

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Los elefantes nunca abandonan al anciano.

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Cuando se encuentran dos clanes de gorilas, siempre evitan el conflicto.

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Nada puedo agregar...






lunes, 2 de junio de 2008

Para llegar...

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Pensar que hay gente que dice estas cosas en serio…



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“Por supuesto que el pobre tiene la culpa de que el país ande como ande”

(claro, no son los 20 hijo de p. que manejan el 80 % de la torta) (¿algo más para instruirnos?)

* “Los villeros viven de MIS impuestos: le dan planes trabajar, luz gratis, viviendas…”

(Tenés razón, viéndolo así vivir en la villa está muy bueno, la verdad, no sé porque sigo metiéndome calentito en mi cama, en mi casa todas las noches…)


* “Son gente que no va a laburar, prefiere salir con el carrito a cartonear”

(sí, sobre todo estás semanas de heladas) (y los días de lluvia la re gozan) (no, claro, ¿Cómo alguien puede pensar que sufren tantas limitaciones que ni siquiera el trabajo esta valorativamente bien concebido para el excluido?) (seguro que es su culpa también, ¿no?)

* “Todos la pasamos mal… Vos y yo somos clase baja también”

(er… ¡¡PERO VOS TENÉS UN BMW!!!!) (¡¡yo tengo un Taunus del ´83 y soy clase media!!, ¡¡VOS TENÉS UN BMW!!)

* “¿Por qué tengo que andar con miedo cada vez que paso cerca de esa gente?”

(bueno, al menos siguen siendo “gente”) (tenés razón, no es justo que tengamos que vivir con miedo…, y mirá que chiste: nuestro miedo y la vida de mierda de esa gente fueron concebidos por la misma historia) (y dicho sea de paso, “esa gente” no es toda la misma)

* “ELLOS se excluyen, NO somos NOSOTROS los que los excluimos”

(si no es así ¿Por qué tanto énfasis en el ELLOS y NOSOTROS?)

* “en vez de plata, habría que darles TIERRA para que trabajen”

(ajha)
(¿Qué?!, en este punto estoy de acuerdo)
(aaaaahhh, ya entiendo, vos lo decís para comprobar tu teoría de que NO quieren trabajar…., no, entonces tenés razón, no estamos de acuerdo: Hay que darles los medios, y la educación para poder aprovecharlos. Para que tengan una oportunidad de ser hombres de provecho, y no solo una coartada nefasta para mantener tu status en el sistema…)
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Este fin de semana coincidí con un señor que decía cosas como éstas. Y las decía muy en serio.
Y hay mucha más gente que comparte ideas así (“ideas” porque de alguna forma hay que llamarlas).

Por suerte, la coincidencia no dejó solo al león oscuro en la feroz discusión que “amenizó” la reunión.

Desde acá mis respetos a Rod, que codo a codo (o espalda con espalda, según el adversario) somos capaces de internarnos en las más turbulentas hogueras para repartir estocadas de solidaridad, equidad y Marxismo. Y cuando las “ideas” son peligrosas, el sentimiento obliga. Y cuando las razones se hacen más necias, aun buscamos gritar fundamentos apasionados sin perder la calma (o solo un poco). Y aun más, todavía no le pusimos un gancho de derecha en el mentón a nadie, ni siquiera a “esos” que creen que es un insulto mordaz el mote de “zurdo”. A esos que lo único que reparten es desidia. Y después suben la estufa cuando tienen frío, como si eso significara que el invierno acabó.

Y El Zumba, Cachorra y Rose. Con las ideas en la justicia, una mano en alto para la lucha y la otra tendida para ayudar. Con el silencio doloroso que provocan las palabras terribles; y el grito necesario cuando lo terrible pretende dejar sin palabras. Así son nuestros refuerzos.

Y mis respetos a todos los demás, que siguen en la lucha.

Esa en la que la victoria será para todos.
(aunque lleve tiempo y sacrificio)


(y canta Baglietto)

"Para ganar he de ser leal.
Para ganar he de continuar


Para ganar, ¿de qué sirve ganar
si no ganan conmigo los que vienen detrás?"




Pd: El "señor" (porque de alguna forma hay que llamarlo) votó a MAcri.
Pd2: No es joda...
Pd3: Saquen sus propias conclusiones.

Pd4: Tiene un BMW y dice que está por abajo de la clase media. Tampoco es joda.


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