lunes, 31 de marzo de 2008

Cuando soy usado como buen ejemplo...

...no sé si sentirme orgulloso o pensar que el mundo se está yendo a la miércoles.

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viernes, 28 de marzo de 2008

Momentos emotivos con mi compañera de oficina 6

(Justo cuando parecía que el Viernes iba a terminar sin un post para el finde)

Sobre conversaciones y padecimientos…


Yoh: Estaba pensando que me gustaría tener novio…

Yo: Y, la verdad que sí. Podrías buscarte uno, ¿no? Así cuando tengas ganas de contarle algo a alguien en horario de trabajo… ¡¡¡LO PODÉS LLAMAR!!!

Yoh: Jajaja, aparte ahora viene el invierno y una quiere dormir calentita.

Yo: Ah, ¡Entonces vos necesitas un perro!

Yoh: Jaja, tenés razón.

Yo: No, fuera de joda, un novio te vendría bien. Así cuando se te cruza algo por la cabeza, en vez de girar hacia mí, ¡Agarrás el teléfono y lo llamás! Casi puedo imaginar a mis oídos con la paz que les otorgaría la ausencia de tus palabras…

Yoh: ¡No, pero a vos te tengo que contar mis cosas! Jajaja, vos tenés que saberlo todo, yo no quiero mentirte… Jaja. ¡Vos TENÉS que saber cuando me viene!

Yo:
No, Yoh, ese es el problema. Vos no entendés que ¡NO TENGO PORQUE SABERLO!

miércoles, 26 de marzo de 2008

El Taunus en su segundo hogar…

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Mi mecánico es tan buena onda que el Taunus se esmera en visitarlo cada tanto...


Don Mecánico: Entonces hay que arreglarle lo de la caja de cambios, lo del distribuidor y ver el arranque….

Yo:
Sep… de paso, si te queda tiempo ponele un par de alas y una turbina, que lo quiero bien copado. Jajaja.

Don Mecánico:
Jajaja. (es copado y se ríe para ponerle onda)

Yo: Bueno, te llamo a la tarde así vemos cuánto me va a doler esto, ¿Ok?

Don Mecánico:
Bueno, quedamos. Ah, con el temita de la caja de cambios… vemos de hacerle el arreglo o le ponemos el juego nuevo. Con ese no vas a tener más problemas (frase típica de mecánico).

Yo: ¿Y cuánto me sale ponerle el “juego nuevo con el que no voy a tener más problemas”?

Don Mecánico: $ 150, poniéndole eso va a andar fenómeno (los mecánicos suelen usar el “fenómeno”)

Yo: Que bueno…

Don Mecánico: ¿Qué querés que haga entonces?

Yo: Y… haceme el arreglo del distribuidor y el arranque y cobrame $ 150 menos y le pongo el “juego nuevo” a la caja de cambios así queda “fenómeno”!


Y… me la dejó picando!

Lástima que me respondió con otra risa.


Si pasaba pasaba.




martes, 25 de marzo de 2008

Momentos emotivos con mi compañera de oficina 5

Parece que hay una rata muerta en el techo del laburo…


Yo: Ese olor pestilente me está matando

Yoh: Ese olor ¿qué?

Yo: “Pestilente: Que genera peste, que da mal olor”!

Yoh: ¿Y por qué no decís “Ese olor apestante”?

Yo: ¡Porque eso no existe! Y es aquello que apesta lo que produce el olor.

Yoh: ¡Pero vos estás hablando con Yoh!, ¿Qué tenés que andar usando esas palabras que no se entienden?

Yo:

Yoh:

Yo: …Es que yo con vos soy como el señor Miyagi, siempre tengo confianza en que vas a lograrlo...


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A las 3 de la tarde Yoh puede molestarse por cualquier cosa…




Yoh: ¡¿¡¿Por qué canta ese pájaro a ésta hora!?!?

Yo: ¿?¿?¿


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Seguimos hablando de ratas…



Yoh: … y salió una rata “así” (gesto con las manos) (sí, ESE gesto) de atrás de la cocina. Pero debe haber otra más porque el tipo de la ferretería me dijo que vienen en pareja siempre...

Yo: ¿El tipo de la ferretería? ¿Ese es el experto que te asesora?

Hughe: En el cartel del negocio del tipo dice: “Ferretería” “Unión de parejas” “Apertura de caminos”…

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jueves, 20 de marzo de 2008

Una semana sin auto

Tuve que volver al Bondi por una semana porque tenía el auto en el taller.


Y al pasar por el Blog de Peperina se me ocurrió (si así se le puede llamar a tomar el mismo tópico y exponerlo de forma muy pero muy similar) que...


Mataré al próximo que:

1) (ya se sabe) Se me adelante en la fila. Y hablo de matar. No de enojarme o quejarme. Un hacha vikinga entre los omóplatos te pongo (sí, siempre llevo mi hacha vikinga).


2) Por voluntad o negligencia acerque su humanidad -o lo más parecido que tengan- a menos de 5 cm. de mí. Ni siquiera lo pueden hacer las bellas señoritas, que esto es un bondi no un sauna!! (no sé bien lo que es un sauna).


3) Tu sudor es tuyo. Si lo compartís haré lo posible para que el próximo paso sea que lo repartas por el asfalto (si se mezcla con sangre o lo que sea que contengas no es mi problema) (sobre todo porque ya te dejé un par de cuadras atrás).


4) La música de tu pedorro mp3 o celular es solo para vos. Un bondi lleno de gente con cara de toor, apurada y quejándose dista mucho de una matinee. Y cuando cruzo el puente de Suárez, tu reggaetón no le pone más onda!


5) No te quedes parado como un imbécil delante de la puerta mientras yo lucho para llegar al timbre. Si no vas a bajar en lo inmediato correte de ahí porque soy propenso a hacerte bajar igual.


6) Y cuando lucho por llegar a la puerta, acomodá tu humanidad de manera que no parezca que jugamos al "Muro Infernal", porque a mí me gusta meterle codazos a la escenografía.

7) Las máquinas expendedoras de boletos, en general, andan bien. La que anda mal es usted señora. No le hable que la máquina no entiende. El boleto debe buscarlo en la ranura de abajo, no sale por el mismo lugar por donde se pone la plata. Las monedas del virreinato no corren más. Y Napoleón fue derrotado en Waterloo.


8) Se sabe qué: Las embarazadas y ancianos tienen prioridad en los asientos. Las viejas chotas que se toman el bondi para ir a la peluquería y se paran con mirada agresiva al lado tuyo cuando venís de toooodo un día de trabajo, y las minas que llevan a upa a sus hijos de 18 años y ponen cara de lástima; no solo no tienen prioridad, sino que deben ser ajusticiadas de inmediato.


Gracias.

Pd: Los bonderos son unos h de p cuando no paran. Por todo lo demás, los compadezco.


Pd2: No, no soy un "burguesito". Tengo un Taunus del ´83. Y viajé en Bondi toda mi vida.



Pd3: No, "burguesito" no tiene naaaaaada que ver con el Burger King.



miércoles, 19 de marzo de 2008

Cada semilla una historia para contar…

(Dicen que dicen, basado en una historia real)

Caminando por Rivadavia el centro se parece a Once” pensó Gabriel sin pensar.
No deben quedar entradas” suspiró el Otro Gabriel mientras aceleraba el paso.
En siete cuadras nos enteramos”, le contestó Gabriel.

La ciudad de Buenos Aires se disipaba como un fantasma sin importancia. Porque los fantasmas son así: O importan demasiado al punto de enloquecernos. O perecen en la memoria.

Frente a un local oscuro Gabriel y el Otro Gabriel detuvieron su marcha. Una tribu lúgubre, como escapada de un video de Marilyn Manson rondaba la entrada. Otro Gabriel se acercó y señalando el negocio sin brillo preguntó “¿Pasó algo?”.
Se cortó la luz” fue la respuesta obvia.
Gabriel los observó y pensó “Darkies”, “¿Hay necesidad de andar así por la vida?”. Aunque nadie anda por la vida y ya. Todos somos una mezcla de necesidad –o algo así-, capricho del destino –o algo así-, y mero gusto personal –o algo… por el estilo-.

Vas huyendo de tu sombra, vas cambiándote la piel.

Otro Gabriel ya había ingresado al negocio. Gabriel lo siguió.
El color negro predominaba no solo por la oscuridad. Parece que el negro es el color del Rock. Remeras, mochilas, posters… Ni la suma del resto de los colores puede acercar a un ballotage al negro en una rockería.

Las entradas para Skay… prosiguió Otro Gabriel haciendo caso omiso al apagón.
Al fondo” respondió la mujer del mostrador. Y esa mujer no llevaba la cara con maquillaje excesivo, ni vaqueros rotos, ni campera de cuero, ni aros extravagantes, ni hablaba sobre el asesinato de pollitos en el escenario. Tranquilamente podía ser la señora que atiende la mercería de la esquina. Porque el rock no tiene ninguna necesidad de andar “así”.

Gabriel y Gabriel se adentraron en el fondo del local. Y a sus espaldas, como un tiro a traición, un muchacho –de aspecto mucho más rocker de estereotipo- que también trabajaba allí le contestó a la “señora” una discusión que evidentemente habían interrumpido con la llegada de los dos Gabriel: “Vos seguilo defendiendo, pero el Che era un asesino. ¿O vas a negar toda la gente que mató?

Claro que la conversación, así fuera de contexto, no puede someterse a juicio. Verdades escapan por todos lados.

Pero, así, fuera de contexto, fue raro ver a la “señora” defendiendo al Che, y al “muchacho rocker” atacándolo.

Y, así, fuera de contexto; Gabriel y Gabriel no se metieron.
Porque para entrar al juego por las buenas debían “entrar en contexto” de la discusión. Y eso podía llevar tiempo, dependiendo de la buena argumentación o la terquedad de los sujetos de la discusión. Tiempo que no tenían, ya que en seis horas debían estar en Rosario. En un recital para el que aun no tenían entradas.
Existía una forma más rápida: Podían simplemente caerle a golpes al muchacho por el simple hecho de estigmatizar al Che como un asesino cualquiera. Pero eso no arregla nada. No suma. No explica. Y tampoco es defender a nada. Menos al Che.

Sesenta pesos” dijo la voz desde la computadora del fondo. Sesenta pesos entonces y ya tenían las entradas. Faltaba llegar a Rosario.

Entrabas en barrios custodiados. Llevabas como escudo la remera del Che

Al salir del local, los chicos “darkies” se reían de algún chiste huevón.
Si uno los mira más allá del aspecto. A través de tanto cuero, maquillaje y cadenas. Son un grupo de pendejos como cualquier otro” pensó Gabriel. Esto acrecentó la pregunta: “Si son pibes comunes. ¿Hay necesidad?”. No, no la hay, como en todo. ¿Y?

El Subte de Buenos Aires responde a un simple diagrama de túneles que conseguirá que Gabriel y Gabriel pasen por la boletería el triple de veces de las necesarias. Y peregrinen por las mismas estaciones por duplicado. En medio de idas y vueltas bajo tierra, la Entrada grita que el recital es a las 23.00 hs. “Menos mal que se me ocurrió fijarme”. Eso les daba un par de horas más como para recorrerse toda la ciudad en Subte con el sentimiento de imbecilidad y desorientación a flor de piel.

La Terminal de Ómnibus de Retiro sacudió en su interior alguna nostalgia en cuanto pusieron pie en ella. Gabriel recordó un viaje de mochilero a San Luis –a pesar de haber salido de Liniers y no de Retiro, pero los recuerdos son así-. El Otro Gabriel recordó su más reciente partida hacia la Patagonia. Los viajes siempre dan ganas de más viajes. Los viajes siempre recuerdan a viajes anteriores, y vuelven a dar aun más ganas. Gabriel y Gabriel sintieron eso en el pecho y en los ojos. Y lo compartieron sin comentarlo.

Somos esas nubes que viajando con el viento vamos descubriendo su destino

El micro “cama” que les vendieron tenía asientos tan cómodos como una tabla de planchar. Y la horizontalidad que buscaban no se parecía a ese ángulo de 130 grados dónde acomodaron sus cuerpos.
Un joven rubia se ubica al otro lado del pasillo del ómnibus. Hay un mito con respecto a Rosario y las mujeres bellas. Gabriel hace uno, dos, tres chistes a viva voz. EL otro Gabriel no puede evitar reírse. Y contraataca. El ida y vuelta se vuelve furioso. Como si poco importara que hubiera más pasajeros escuchando las delirantes incoherencias que se reparten Gabriel y Gabriel para pasar el tiempo de viaje.
La rubia no demuestra incomodidad, pero tampoco puede engañarlos.

¿Por qué no le hablás?” dice Gabriel.
¿Qué querés que le diga?” dice el Otro Gabriel.
Hola, soy Gabriel. ¿Querés verme haciendo la vertical?´, o cualquier cosa
Nah, sabés que yo no soy así
Bueno… entonces sigamos, total no te importa quedar mal si no le vas a hablar…
Y siguieron riendo. A viva voz. Y de a ratos generaban vergüenza ajena en los demás. Y afianzaban un mundo entre ellos.
Total era Cheta” “Y tenía unos anteojos grandes de vieja horribles” “Y no valía gran cosa, solo era rubia” “Jaja, ahora le damos con un palo”.


Escuché un susurro que me decía “Ella baila siempre detrás”

Rosario. Una vieja conocida. Dejar los bolsos en la terminal y un breve paseo desorientado. Luego una pizza en medio de un huracán; y al final, Suipacha y Güemes. Ya en los alrededores del lugar se reconocen entre otros como una tribu. Remeras de los Redondos. Del Indio. Y de Skay. Casi todas negras. Todos sin ostentaciones. No hay camperas de cuero.
No hay aros extravagantes. No hay maquillajes. Vaqueros gastados. Remeras gastadas. Zapatillas gastadas. Se miran y se reconocen. Parece que los Redondos dejaron muchos sobrevivientes. “Hay necesidad” debió pensar algún “señor bien” al pasar con cierto temor. No, estás cosas no responden a la necesidad. O sí. Pero no.

Un par de monos más. Unos terrícolas. Vencedores vencidos.

El autodenominado “Blues Club” es agradable. Fotos de violeros que ya se han ido. Con la excepción de un tal Eric Clapton… o alguien que entre la oscuridad se parece.
Una pista, mesitas, un bar. Un guitarra gigante decorando el techo. Y un escenario a la altura de las expectativas. Todo un lugar “del palo”. Como la toldería para la indiada.

Se hizo esperar. La tribu se alborota. Con amenaza de malón. La historia ha dado muestras de que no son un pueblo sereno.
Y sin el cacique –esa será otra historia-, aparece en escena el brujo de la tribu.
Y el hechizo se dispara, explota, envuelve, sacude, revienta.
Es un clímax de dos horas. Y después, una vez más, Jijijí.

Empapados en mucho más sudor del que sus cuerpos pueden generar; con los pies golpeados y la garganta seca.
Tampoco hay necesidad de llevarlo así. Pero la hay.


Un destello radioactivo y entre el polvo apareció. Tronó el cielo y la tierra. Él ha vuelto a la ciudad.

El regreso es como un sueño de la fiebre: Un micro saliendo en dos horarios distintos. ¿O fue el tiempo el que se adelantó?. El aire acondicionado del viaje se ensaña. Para Gabriel y Gabriel no hay abrigo que alcance. Ellos dejaron sus fuerzas en Rosario. El sudor de la tribu se mezcló y secó sobre ellos. Y todo parece un sueño de la fiebre.
Y la fiebre los tendrá de cama por dos o tres días más.




Dos o tres días. El tiempo que tarden sus almas en abandonar esa guitarra embrujada. En volver de Rosario.

¿Hay necesidad?


Dos almas con un mismo nombre se reían mientras el brujo conjuraba sobre ellas.



Esta es mi gloria. Mi cielo. Mi infierno. Mi suerte

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viernes, 14 de marzo de 2008

Momentos emotivos con mi compañera de oficina 4

Ella miraba un plano de la ciudad de Buenos Aires buscando una calle...


Yoh: ¿Cómo tengo que hacer para llegar a Sarmiento?

Yo: ¿Vos?. Estudiando. MUCHO

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jueves, 13 de marzo de 2008

¿Hay lugares solitarios...



...o será la soledad la que se acomoda a carcajadas de la geografía?

martes, 11 de marzo de 2008

Charlando con El Zumba 2

Dicho en plena madrugada en medio del Ritual del Fifa (ya dije que hablo del jueguito de fútbol!) entre pases, tiros al arco, faltas y gambetas virtuales; cafés con leches, charlas de la vida, mucha música y una galeria de personajes y frases que surgen del delirio y lo acrecientan hasta límites clínicos.

Y con sueño, mucho.
Y más café con leche.

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El Zumba: La marcha es como el reggae: Si no están todos drogados no está bueno.

Yo: Sep...

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Pd: Viste? Lo puse nomás!
Pd2: ¿Hay Skay este finde en Rosario?